La fiesta local por el Día Internacional de la Mujer necesita ser
reformulada. Fui porque mi compañera había
sido elegida para representar a una de las instituciones treslomenses, no sin
antes haber debatido el acontecimiento.
Dejo señalados algunos detalles menores totalmente disculpables: faltaban nombres en la hoja de
las mujeres y las instituciones a las que representaban, había dos desprolijos
tachones de corrector que daban cuenta, a la tercer raspada de los nombres
quitados (¿Quién sabe porque?). ¿Hubiera costado mucho hacer de nuevo esas tarjetas. ¡Ah¡. ¿Y los partidos políticos, no tienen mujeres para designar?. ¿O no fueron
invitados para no “contaminar una fiesta despolitizada”?
Acustica pésima que nunca se arregla porque hay que invertir
(no gastar), presentaciones monocordes en los argumentos esgrimidos y
fundamentalmente “contexto cero” para que desde los acontecimientos históricos
se ilumine con aquel espíritu calcinado de incendio fabril, estas elecciones de
“las mujeres” trabajadoras, que no son puestas en duda en sus aportes
cotidianos (no quiero ser injusto) , sino que apunto a la concepción que el gobierno
desde Cultura priorizó.
Después un diploma, bombones y un corazoncito de
peluche. Contrastaba en mi mente con la publicidad del gobierno nacional: “Hoy
no queremos flores, queremos igualdad”. Contundente la Presidencia de la Nación. Lejos , muy lejos, el
mensaje treslomense.
Pero quiero ir mas adentro en el devenir que configuró el 8 de marzo como
su día.
Tal como muchos saben fue un incendio en una fábrica de Nueva York, mas
precisamente una fábrica textil (fabricaba camisas) y ante el pedido de mejores
condiciones de trabajo, en Marzo de 1911, la respuesta fue incendiar a las
trabajadoras y sus reclamos de derechos. De todo esto, en la conmemoración
treslomense nada.
Ese fuego tuvo un significado muy fuerte, no solo para las mujeres, sino
hacia los trabajadores hombres que también murieron en él y la mayoría de
obreras que completaban la dolorosa lista.
El fuego causó la muerte de casi 130 trabajadoras de la confección de
camisas “Triangle Waist Co” y tambièn de 23 hombres que murieron con quemaduras
de distintos grados y la mayoría ahogados por el humo tóxico que toda fábrica
textil garantiza si se la prende fuego.
Pero el dato llamativo que uno puede y debe comparar con la fiesta
treslomense , lo
constituye la franja etaria y el sentido de la lucha.
El incendio de Nueva York, orígen del Día Internacional de la Mujer ,fue un día de lucha y
enfrentamientos y no de consensos, día de pelea y confrontación y no de un “todos
unidos” vacío de contenido. Se mezclan los sentidos cuando esto se pierde de vista, y todo es un gran licuado,
donde al decir de don José Larralde, “la palabra es destinada al hastío”.
Agrego, que ese 25 de Marzo de 1911, la mayoría de las víctimas eran
JOVENES MUJERES inmigrantes de Europa del Este e Italia, de entre 14 y 23 años
de edad. La víctima de mas edad tenía 48 años y la mas jóven 14.
Saque usted el promedio y compare luego con las mujeres elegidas por cada
institución en Tres Lomas, donde el promedio de edad era muchísimo mas alto,
como si solo la madurez y vejez debieran ser premiadas. ¿La más jóven?. No lo sé,
es un dato que no me animaría a averiguar, pero ni falta que hace.
Aquellas jóvenes inmigrantes
de la empobrecida Europa del Este : Albania, Bielorrusia, Bulgaria, Eslovaquia,
Hungría, Polonia, República Checa, Rumania, Rusia, Ucrania, etc, inmigrantes
recién llegadas a los Estados Unidos industrializado, pobres de toda pobreza,
cumpliendo un horario de 10 horas diarias los dìas de semana y 7 horas los sábados,
ganando por sus 52 horas de trabajo entre unos $10 de promedio.
Esa fue la realidad y fueron ellas las incendiadas deliberadamente, con un edificio previamente cerrado, tanto en sus
puertas centrales como en sus escaleras y sin salidas de emergencia. Los
capitalistas de las camisas, “encamisaron” con fuego a las mujeres que debieron
elegir entre morir dentro o arrojarse desde los pisos mas altos de la inmensa fábrica
de 500 trabajadores, varias eligieron este camino.
Para pensarlo entonces.
Unas trabajadoras muy jóvenes, de escasos 20 años de promedio, mártires
revolucionarias en la lucha por sus derechos, hoy en Tres Lomas fueron
desconocidas, despojadas de sentido, presentadas sin conflicto ni tensiones.
Y
esto debe ser leído en idioma político donde el mensaje es claro: los jóvenes
(mujeres y varones),todavía tienen mucho que aprender de los mayores . Y no
importa que lucharan por derechos inalienables para todos los seres humanos, el
conflicto debe estar ausente.
Esto se logró en el ahogante clima de la “Vieja
Usina”, ahogante por termómetro y ahogante por mensaje. Si el fuego sanguinario
de aquellos tiempos neoyorquinos se ensañó con su juventud, y fueron ellas con
sus escasos años los que permiten hoy recordar una temática mas contextualizada,
en la ceremonia de Tres Lomas, los jóvenes
brillaron por su ausencia y fue la “madurez”, la “sensatez” , el “esfuerzo”, la
justicia agonizante ante una solidaridad hueca, la “unión de todos”, la ausencia de “conflictividades ni tensiones” el escenario
que constituyó una puesta en escena que
podrá arrimar simpatías, pero ninguna conciencia de los tiempos por venir. ¡A
crecer chicos¡. Si no, no hay menciones ni premios.
Quiero mucho a la
ganadora, representante del Movimiento Independiente por los Derechos Humanos, profesora
y colega Olga Acquaroli, la felicito. Y como sé que ha dado Historia durante
muchos años de su vida, apelo a su comprensión por provocar esta molestia en el
análisis.
Es que la “verdad y la justicia”, también debe tener su anclaje en el
pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario