Hoy se vota en Venezuela, aquel país que como tantos de América Latina, reciben su nombre “occidental” de un conquistador como fue Américo Vespucio. En su rol de cartógrafo y proveniente de Italia, al navegar por sus costas y ver como muchos pueblos nativos elevaban sus casas en plataformas sobre el nivel del agua del lago Maracaibo, surgió el Etnocentrismo y especialmente el Europeismo, tal como en toda la conquista sucedió.
Ver lo distinto con los valores y la cultura que traían, verlo como “inferior” y por lo tanto plausible de tener un “superior” orientador, dominador, verlo como barbarie y avasallar con la “civilización”, verlo como Europeo sin poder ser pensado desde los que allí vivían, verlo de forma tal de justificar la dominación y el imperialismo que luego llegará implacable . El relativismo cultural llegará bien entrado el siglo XX y aún lidiamos con él.
Pues bien, el “Américo” que con pocos méritos doblegó a Cristóbal en el nombre “grande” de nuestro continente, fue el que en recuerdo de “Venecia” en Italia, llamó
“Venezziola” que luego devino en Venezuela a toda la región del actual país de ese nombre. Significa “
Pequeña Venecia”.
Y aunque otras investigaciones indican que el nombre proviene del idioma de uno de los pueblos que vivían allí, en el lago y que significa “Agua Grande”, la mas aceptada es la primera, es decir, una región de América Latina que conquistada en sus mas diversas formas, también en lo cultural (y el idioma vaya si lo es), recibe esta impronta para siempre.
Es en este país hermano donde hoy se vota. Y votan los Venezolanos situados en ese territorio, pero simbólicamente votan todos los Latinoamericanos que comprenden la importancia de este acto para toda la región. Vota Bolivia y los seguidores de Evo, vota Brasil y hará fuerza Dilma, votan los desplazados seguidores de Lugo, vota Nicaragua y la democracia del revolucionario Ortega, votan los seguidores de Cristina y Mujica, votan los aún no consolidados procesos nacionales y populares de otros países que potenciarán sus posibilidades o las debilitarán en este día.
Y votará la historia, la de aquellos pueblos y presidentes que en diferentes momentos supieron transitar el camino siempre riesgoso del cambio a favor de las mayorías: votará Salvador Allende y Evita, votará el Che y Haya de la Torre, votarán todas las conciencias no colonizadas a lo largo del tiempo, votará la "chusma" Yrigoyenista y los "cabecitas negras" de nuestros pagos.
Vota la patria grande en definitiva. Es que se juega una patriada “grande” en Venezuela, grande porque lejos de ser una elección solamente local, tendrá una enorme fuerza regional y mundial. Es la Revolución Bolivariana y el Socialismo del Siglo XXI lo que está en juego. Y habrá tiempo para hilar fino acerca de los mejores caminos para consolidar estos dos conceptos complejos pero tan necesarios para seguir avanzando y derrotar a las oligarquías: del petróleo, minera, terrateniente, mediática, corporativa.
El Chávez de hoy defiende su gestión y sabe que también defiende todos los procesos abiertos en la América históricamente doblegada por estas oligarquías de todo tipo, que aunque caracoleen cuando escuchan el nombre que se han ganado a lo largo del tiempo, saben, porque lo saben, que el triunfo de Chavez no jugará a favor de sus intereses, vivan en Argentina, Chile, Perú, Colombia o Brasil.
Lo saben porque es el Chavez que bajaba de su avión en cada país Latinoamericano y hablaba con el idioma nuestro, quiero decir, un idioma no colonizado.
Chavez se despoja de su “Venezziola”, Chavez comprende como pocos líderes Latinoamericanos que es necesario pensarse regionalmente como autónomos, libres y soberanos.
Y lo veíamos en Argentina, hablarle a los estudiantes o a los trabajadores, al pueblo en general, mezclando citas de Perón y el Che Guevara, uniendo sin despegar nada, relacionando sin dividir. Cabal comprensión de lo que hace falta para consolidar procesos democráticos revolucionarios.
Desde este blog votamos por Chavez y sentimos que estamos representados en cada hermano Venezolano que lo haga de esa forma, su voto nos pertenecerá, cada cántico nos estará cantando, cada consigna nos representará, cada ilusión nos hará mas esperanzados y el triunfo del comandante será propio.
