¿Qué entendìa el Partido Comunista por “fascismo” o “nacionalfascista”
, cuando tildaba a Yrigoyen de serlo?
Creìa que un gobierno pasaba a serlo cuando perseguìa al
comunismo, siguiendo las directivas del Partido Comunista central en Rusia. Y la Semana Tràgica en los Talleres Vassena o la muerte de la peonada Patagónica no fueron vistas con lentes nacionales, sino prestados.
Nunca pudieron ver la diferencia entre un gobierno como el
de Yrigoyen (posición mucho mas marcada con Peròn mas tarde) que intentaban
defenderse de las presiones del imperialismo y tambièn de las presiones locales de la
oligarquía siempre reaccionaria.
Esa izquierda anquilosada, alejada del propio análisis marxista,
cuando veía un gobierno fuerte y popular, no dudaban en vincularlo con el
fascismo en el caso de Yrigoyen y con el nazismo años mas tarde con Peròn.
Y lo publicado en estos dìas por el diario de los Mitre, no tiene como destinatario a esta izquierda vetusta (Carriò es un cachivache) , sino que apunta a la derecha liberal y
a una porción de la clase media que maquillada de legalista , aceptò sin problemas
a todos los gobiernos de facto, pero jamàs a uno que consolidara su poder en
las urnas, gobiernos “fuertes”, estados "fuertes" : Yrigoyen y Peròn. La continuidad està dada y
por eso el pasado sigue siendo hoy.
El Partido Comunista, en el caso de don Hipòlito Irigoyen,
el “personalista”, estuvo de acuerdo con el golpe de estado de 1930. La oligarquía,
pensando con el bolsillo los aplaudìa. Hoy le salvan el pellejo a Elisa.
Es que Yrigoyen, pese a las contradicciones de un gobierno
que pecó por demasiado legalista, habìa achicado de 140.000 a 30.000 hectàreas
las tierras que tenìan las empresas petroleras privadas pasàndolas a manos del estado. Esto solo volvìa locos a los
Imperios, clavada la astilla (YPF) en el centro mismo de los monopolios
petroleros.
Paradojicamente, Yrigoyen
no terminò de cuestionar la legalidad burguesa, pero cada vez que
intentaba hacerlo, los tìtulos y discursos de diarios y opositores no se hacìan
esperar: “Yrigoyen marcha hacia la dictadura”.
Bastaba ese caudillo que no discurseaba, ya anciano, con una
ideología difusa, pero que encarnò una democracia integradora que devenía a
ojos vistas en un proyecto nacional, que
atendìa en sus despachos a todos por igual y que les ganaba las elecciones cada vez por mas votos , para que de la cloaca
de sus bolsillos insaciable lo llamaran “fascista”. ¿Se imaginan con Peròn?.
Por eso Cristina, vas por buen camino. El enemigo històrico del pueblo Argentino està
usando los mismos argumentos que utilizaron para derrocar a los dos grandes
movimientos populares de nuestro paìs.
Y por ùltimo, si algo de fascismo y nazismo se ve en las pràcticas
actuales de nuestra naciòn, es el intento de gobernar a través de las
corporaciones, sin lugar para las representatividades ganadas legítimamente en
elecciones democràticas y materializadas en leyes que las primeras no estàn dispuestas a cumplir.