martes, 10 de septiembre de 2019

"SE NOS LLENO DE POBRES EL RECIBIDOR"

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Están quienes dicen que la melodía potencia la letra. Pero a  mi también me gusta como poesía cruda y dura. Cuando veía lo sucedido hoy en el Shoping no pude dejar de pensar en esta canción de Juan Manuel Serrat (nada original mi intento en esta especie de magnífico Himno), llamada "Disculpe el Señor".

Escrita a principio de los años 90, la canción integró el álbum Utopía, en un momento donde precisamente las utopías parecían derrumbarse y el japonés decretaba "el fin de la historia", o sea el triunfo absoluto y aplastante del capitalismo sobre el socialismo real.

En el contexto de la caída del Muro de Berlín, Serrat escribe intentando generar una nueva utopía, que nos vuelva a servir como brújula en el arte de caminar en la búsqueda de un mundo mas justo, como usina que potencie nuestra mejor parte como seres humanos.

Y la canción se convierte en un intento deseable para toda sociedad que desee integrarse, donde la igualdad y la libertad se corran del lugar de la pulseada y puedan caminar juntas como valores y al mismo tiempo, como hombres situados, juntas con el pueblo Argentino.

Vale la letra, enormemente, en una Argentina donde los ricos cada vez acumulan más y los pobres comen en el mejor de los casos, polenta sin tuco. Un gran escenario, un triste tablado, donde las palabras  pueden hacer de las suyas.

La cantan también los poderosos, les gusta, quizás los alivia, pero no los convence. "Musiquita pal doctor" diría uno de los acompañantes de Moreira en la inolvidable película de Leonardo Fabio, llamado "el cuerudo". "Vamos che...a ver la banda, toquen...musiquita pal doctor"

Sin música, o con la música imaginada que siempre la acompaña, acá está su letra, del álbum UTOPIA.


Disculpe el señor
si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que
preguntan insistentemente por usted.

No piden limosnas, no...
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.

No entendí muy bien
sin nada que vender o nada que perder,
pero por lo que parece
tiene usted alguna cosa que les pertenece.

¿Quiere que les diga que el señor salió...?
¿Que vuelvan mañana, en horas de visita...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
"Santa Rita, Rita, Rita,
lo que se da, no se quita...?"

Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar,
desde la retaguardia, por tierra y por mar.

Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,

y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo? Usted verá
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.

¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
"Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero...?"

Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.

Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros

y entiéndase usted...
Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.

lunes, 9 de septiembre de 2019

JUAN GRABOIS, EVITA Y LUISA GRAZIANO



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Se llamaba Luisa Graziano y fue la madre de 23 hijos, de los cuales vivieron 17. Dos camadas de mellizos nacieron entre ellos, dos varones y dos mujeres. Los nacimientos que faltan para llegar al número inicial fueron malogrados, muriendo en el parto o siendo ya mas niños. Nacidos con parteras o comadres, vecinas de los campos vecinos, era bastante común que el acto de la vida fuera acompañado por el otro.

Todos nacieron en el medio rural. Se criaron todos en la Colonia "La Grande del Sud". Eran los "gringos" Prienza (en realidad su apellido verdadero era Brianza, pero los funcionarios de la aduana, tan propensos al maltrato, comenzaban por el apellido).

Siempre hicieron gala de su familia gigantesca. Doña Luisa había nacido en Junín en el año 1893 y se caso con Pedro Brianza/Prienza siendo ambos muy jovencitos: 18 años él, escasos 16 ella.

Entre el mayor y el menor de los 17 hermanos vivos había unos 25 años de diferencia, un promedio de un año y medio entre crío y crío.

Luisa era ama de casa, cocinera de toda la caterva familiar  y también de algunos "agregados" y peones. Un sulky con capota de bolsa llevaba el guiso caliente a la trilladora. Y ahí nomás, como una trabajadora que era, colaboraba con las bolsas, alcanzaba, acomodaba y luego estibaba hasta que llegara el arrendatario principal ,el representante del terrateniente, a quedarse con la parte del león.

Ellos se anotaron cuando Perón expropió "La Grande del Sud" de la familia de Victorino de La Plaza, que tenía 50.000 hectáreas y que impúdicamente la llamo "La Grande...", deleznable nombre en medio de la explotación familiar mas brutal.

Ella contaba su historia preferida, la de su madre, que murió cuando tuvo su hijo numero 15 y ella ya estaba amamantando a los suyos. El recién nacido, hijo de su madre quedó sin teta y ella fue la encargada de proveerla, o sea, amamantó a su hermano.

Voy al punto. Cuando los colonos que arrendaban pudieron convertirse en propietarios durante el primer gobierno del general Perón (que nadie se asuste de Juan Grabois, tiene mas memoria que la burocracia asustadiza convertida en revolucionaria por decreto que no conoce la historia ), los Prienza pasaron a ser propietarios de 190 hectáreas. Pero no alcanzaba para todos y enterada Luisa de que uno de los adjudicatarios se había asustado y renunció a su lote, pronunció bajito ante la familia: " le voy a mandar unas líneas a Evita..."

Y así lo hizo. En esa carta Luisa trazaba un sencillo panorama de su situación familiar y centraba su argumentación en el intento de comprar también el lote renunciado, hablaba de todos sus hijos, de que no alcanzaba la tierra, que todos trabajaban. ¿Cuánto tardaría un funcionario actual en contestar una carta de este tenor? ¿Se imaginan no a Mauricio, sino al dueño de Dylan pudiendo articular respuesta ?. ¿O a la vicepresidente de nuestro propio espacio?. ¡Una computadora sí, pero 190 hectáreas¡

En escasos 15 días la respuesta llegó, sencillamente a vuelta de correo apareció la carta en la chacra, donde les anunciaban la respuesta positiva. Sin trámites burocráticos aparecía una respuesta rápida para una petición concreta de la familia. Arraigo a la tierra, Evita y su fundación, la misma que repartía comida, máquinas de coser, ropa, juguetes y la sidra y el pan dulce también.

Mientras Perón construía la casa de la justicia, Evita entregaba la frazada con la cual pasar la noche. La justicia como construcción, pero nunca quedarse en la frazada.

Hoy vemos con verguenza el debate  sobre la emergencia alimentaria, el que se da en los medios y el que tendrá lugar en el congreso. Me pregunto como lo hubiera resuelto Evita y también que pensaría de como resolverlo doña Luisa Graziano. Ni Sociedad de Beneficencia de las damas ricas, ni "debate necesario" para "esclarecernos" al ruido de las tripas del hambre real.

Por supuesto que no lo esperamos del gobierno que se va, pero sí del que llega, aunque nuestro candidato Alberto, con Joaquin Morales Solá,  con su papada gorda y saludable repita lo que ya conocemos hasta el cansancio: ¿ Si producimos alimentos para 400 millones, cómo puede ser que no podamos alimentar a 15 millones?.

Allá va entonces la "Emergencia Alimentaria" al Congreso Nacional, para escuchar encendidos discursos eructando mollejas al vino blanco, mientras el hambre no escucha nada de nada.


jueves, 5 de septiembre de 2019

JUAN GRABOIS Y LA HISTORIA DEL PRIMER PERONISMO.

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No preocupa tanto la declaración de Juan Grabois acerca de la Reforma Agraria, sino la "distracción" del Peronismo (incluso los que unos puede considerar mas tradicionales, históricos o doctrinarios) acerca de la Colonizaciòn Agraria que el primer Peronismo llevó adelante.

Con una ley de la década infame, el primer Perón, colonizó ; esto es expropió pagando caro la tierra comprada, generó unidad económica con mensura responsable, abrió lista de interesados con un nivel de puntuación ejemplar y dió en propiedad mas de 1 millòn de hectáreas en todo el país , 550.000 de ellas en la oligárquica provincia de Buenos Aires. 6000 arrendatarios se convirtieron en propietarios. la Federación Agraria Argentina hablaba de 100.000 en condiciones de recibir tierras en propiedad, la misma que hoy sigue en la Mesa de Enlace, algo mas suelta en su juego pero que aún no enfrenta a su enemigo principal, contra el que nació luchando en la Huelga Agraria del Grito de Alcorta en 1912.

No regaló nada, simplemente y bajo el lema "la tierra debe ser para el que la trabaja", corrido por izquierda por la Federación Agraria Argentina de don Esteban Piascenza, las entregó a familias de chacareros (antes arrendatarios pobres, marginados, maltratados, expulsados, explotados) a los que convirtió en propietarios que pronto prosperaron e hicieron lo mismo con los pueblos cercanos.

Las tierras se dieron a pagar a 30 años, con un 3 % de interes anual y aquellos que se animaban podian pedir que una casa de campo de material (no de adobe como habían sufrido siendo arrendatarios) para que ingresara a la misma forma de pago. Pocos fueron los que aceptaron, tenían miedo de no poder pagar el campo entregado, tal era el estado de cosas conque una oligarquìa terrateniente esculpiò el panorama agrario.

En toda la provincia de Buenos Aires y también en mi pueblo se dió este proceso. Acá en Tres Lomas se expropiaron 14.000 hectáreas de las 50.000 que tenía la familia de don Victorino de la Plaza, el vicepresidente de Saenz Peña que al morir este termina por serlo los dos últimos años y quien entrega banda y bastón al electo popularmente Hipólito Yrigoyen. 250 arrendatarios pobres se convirtieron en chacareros propietarios prósperos. El dinero que antes engrosaba el bolsillo del terrateniente (contratos leoninos indicaban que llegó a ser mas del 50 % de lo producido anualmente), ahora quedaba en sus propias arcas y esto se convertía en alambrados, corrales, árboles para sombra, mejor vivienda, herramienta agrícola, etc. Hoy diriamos desde el discurso: "el círculo virtuoso para generar consumo".

El primer peronismo colonizó tierras a su manera, por supuesto lejos de una Reforma Agraria integral y profunda que casi todos los partidos políticos llevaban como consigna en sus plataformas de gobierno en 1973 y pocos la sostuvieron en 1983 con el regreso democrático. La "sentatez", la "moderación", lo "políticamente correcto" había ganado la partida proscribiendo primero, tutelando gobiernos seudodemocráticos después y a sangre y fuego en el Proceso de Reorganización Nacional.

Claro que perdimos una batalla cultural importante. Hoy hijos de aquellos chacareros que recibieron tierras a pagar a 30 años, con un estado presente, atento a las colonias de arrendatarios que manifestaban "presión social sobre la tierra", militan en Cambiemos y se horrorizan por los dichos de Grabois.

Si las declaraciones de este jóven al que se intenta demonizar nos hacen perder un solo punto en la elección del 27 de octubre, no será por él, sino porque la batalla cultural derechosa y gorila se sigue imponiendo como única verdad y no hay en nuestros candidatos de todos los niveles, la capacidad de explicar lo sucedido.

Y a los espantados Peronistas que no pueden procesar esta declaración menor, es necesario recordarle que también en 1944 por decreto y en 1946 por ley, se establecieron el Estatuto del Peón Rural , el del Tambero Mediero y el IAPI.

Es mas profundo que emoticones con macetas e intentos de endiablar a Juan Grabois, en realidad lo que está sucediendo es no hacerse cargo de la historia y quien esto no hace, puede confundirse en el presente y en el futuro. Aún sin Durán Barba.

domingo, 1 de septiembre de 2019

CEPO Y ESTAQUEADA.



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Mientras la sarta de economistas paniaguados comentan las alternativas de lo que sucede y temblorosos no se animan a pronunciar la palabra cepo. Mientras la esquizofrenia periodística de Viale pregunta, confunde y vuelve a preguntar, son unos pocos, no precisamente los del lado de los ganadores en las PASO, los que le ponen el nombre: CEPO.

Después vendría el CORRALITO, por eso “no crean pánico en la city”, aunque el pueblo no  pueda comprar pan en Gonzalez Catán.

Don Alberto se fue a dar unas clases a España, quizás pueda arrimar algo que nos sea de utilidad y no hablo del remanido Pacto de la Moncloa, con el que eyacula Feinmann el malo y explicita bien el otro Feinmann .

En fin, acá estamos un domingo durante el primer clásico de estos hermosos 50 dias que nos esperan, entre cepos y posibles corralitos.

El ministro Lacunzza tiene parientes en mi pueblo, aunque solo atinan a contar cuando venia al campo y le gustaban cuando encerraban a los caballos. Ahí, está, son etapas no cerradas de una infancia compleja: CEPO Y CORRALITO.

Y para quedarnos en su etapa física y no en su apliación figurada o conceptual, ya Eduardo Gutierrez explicaba que era un cepo, siempre destinado al gaucho malo, al que no acataba las órdenes, al que no era  posible integrarlo al modelo agroexportador sin esperar de él una reacción de lucha.

Era una viga de madera dura, cortada a lo largo por su mitad,  una vez abierta se calaba trabajosamente  un agujero para la cabeza y dos para los brazos y si las maderas eran largas, este sistema se repetía para tener varios "cepiados" todos juntos.  La parte de abajo estaba adherida al suelo, la de arriba tenida con grandes bisagras permitia que la parte alta se cerrara atrapando lo que había que atrapar. O en el decir del gobierno. “…haciendo lo que hay que hacer”.

 Se cerraba y aunque esa madera superior era lo suficientemente pesada como para no ser levantada por quien lo sufrìa, igual se le aplicaba un candado para que ninguna solidaridad pudiera intervenir en aquel castigo infernal. Hubo otros cepos, todos sufrientes, el llamado “de lazo”, donde boca arriba el torturado se ataba con lonjas de cuero a cuatro estacas (brazos y piernas)  y ahí quedaba soportando vientos, fríos, calores, heladas, hormigas y lo que podamos imaginar. El cuero era mojado para que al retorcerse tirara de los miembros. Hubo otras formas también, pero el concepto básico se entiende.

José Hernández en “El Gaucho Martín Fierro” o conocido mas tarde como “La Ida” no deja pasar la ocasión: “Y pa mejor, una noche, que estaquiada me pegaron, casi me descoyuntaron”.

Esto es el cepo entre nuestros gauchos que todavía resistían, antes de volverse peones mansos y obedientes al patrón que ahora desfila con ellos en las fiestas patrias aunque los negree en el sueldo, los envenene con glifosato  y se aproveche de todas las formas posibles de su familia.  ¿Que gauchazos los patrones no?. No tengo duda que de no haberse prohibido su uso por ley en 1911, lo seguirían usando, eso sí, "reperfilado".

El CEPO económico que hoy nos retrotrae a De la Rua / Cavallo, que tuvo su pasada por los últimos años del “proyecto nacional y popular” y que ahora a rajacincha el atolondrado Macri aplica en su etapa final, tuvo un comienzo empírico mucho más terrible como acabamos de rastrear.  Ya no era que no se podían comprar dólares, sino acomodarse para ser un peon útil al modelo agroexportador.

La mayoría de los porteños de la gran manzana y de las casas de cambio, no tienen idea de su historia, salvo algunas excepciones que no dudo existen, pero estoy seguro que preguntados por el mismo, no atinarían a pensar en otra cosa que “en eso que se hace para no dejar trabajar al libre mercado” en música liberal o en “ en eso que no permite extraer los ahorros de toda una vida” en cuarteto nac & pop.

Por supuesto que en términos de Dujovne suena mas terrible por su cinismo y porque evidentemente tenía razón en no traer su dinero aquí porque no eramos/era confiable. Pero tampoco alcanza el Clio desvencijado de nuestra propia Heidi bonaerense.

Ganaremos las elecciones sin dudas, por amplio margen, pero esta democracia deberá contestar rápido, porque nos acucia la pregunta desde 1983: ¿Qué niveles de desigualdad tolera el sistema donde todos valemos uno a la hora de votar, pero al otro día, algunos entran en default y otros se siguen enriqueciendo?.