miércoles, 7 de mayo de 2014

EVA PERON: HUIR PARA VOLVER



Acabo de ver un programa contrafáctico acerca de Eva Perón, conducido por Santiago del Moro.
Se recordaba su nacimiento, pero poco se habló de esa “prehistoria” de Eva Duarte y el programa divagó acerca de que pensaría Evita hoy, ante la Argentina de hoy y sus tensiones.

Interesante como ejercicio siempre y cuando aparezcan las contradicciones verdaderas de la sociedad presente, sino pura esterilidad de los opinólogos o monumentalismo gratuito,incluso de quienes la hubieran odiado.

Y entiendo por prehistoria de Eva, desde su nacimiento hasta su presentación ante Perón, constituyéndose en su pareja.
Es en esta prehistoria donde se puede encontrar la esencia que la proyecta hacia su encuentro con la historia grande.

Muchachita de la pampa bonaerense que ni siquiera es muy bonita (la historia y su imagen imborrable la han mostrado hermosa, pero en otro andarivel, no el de la pura estética).
Nació en 1919 frente a los campos de la tribu de Coliqueo, a poco mas de 200 kilómetros de la Capital Federal, mas precisamente en Los Toldos, un pueblo idéntico a tantos otros de la pampa bonaerense, surgido al lado de las vias del ferrocarril. 

En realiad, en 1945, con un Perón ya poderoso, se adulteró la partida de nacimiento de Eva: nacida el 7 de mayo de 1919, se certificarà como acaecido el 7 de mayo de 1922.
Es que Eva es la quinta hija de una unión de hecho, entre Juan Duarte y Juana Ibarguren (concubinos, según el idioma hiriente del momento).
Juan Duarte es un estanciero importante que tenía su campo en General Viamonte y su familia “legal” en Chivilcoy.
Juana Ibarguren, su madre, es una mujer luchadora que como otras ejerce un matriarcado sufrido.

La situación de doña Juana no es en esa época una excepción en nuestra zona de campaña. En esa época, todo estanciero que se preciara, tenía una especie de derecho a mantener una familia “suplente”, un hogar paralelo.
Asi es que el estanciero Juan Duarte tuvo 5 hijos con Juana Ibarguren: Elisa, Arminda, Blanca, Juan y Eva (ella era la mas pequeña).
El padre los reconoció y por eso llevan su apellido, no fue Eva Ibarguren, en cambio fue Eva Duarte.

Pero reconocer un hijo y otorgar un apellido poderoso no era garantía en esa época (y aún hoy tampoco, aunque el avance ha sido notable), del rol del marginado, del no legalizado, del invisibilizado.
Esto fue sufrido por toda la familia Duarte y Evita no fue la excepción.

Doña Estela Grisolia era la mujer legal, Juana Ibarguren la ilegal. Y con los hijos lo mismo: el estanciero los tenía “legales” y de los otros, como Evita, una “ilegal”.
¿Cómo no querer fugarse a los 15 años en busca de otros aires y otros sueños? ¿Cómo no colgarse de Agustín Magaldi y prometer el oro y el moro? ¿ Cómo no comenzar un camino, que sin saberlo, seguirían millones de Argentinos, buscando en la gran ciudad, lo que un interior flaco, prejuicioso y conservador jamàs otorgarìa?

¿Y como no entender, una vez en las cercanías del poder, querer cambiar su acta de nacimiento?.
En el acta de casamiento de Eva con Perón ella figura como “doña María Eva Duarte, de 23 años de edad, nacida en esta ciudad, el 7 de Mayo de 1922”, es decir 3 años después del día en que verdaderamente nació: un 7 de mayo de 1919 en Los Toldos.
Cambiò los años y cambió el lugar, no quería recordar a “Los Toldos”
Si realmente hubiera nacido en 1922 hubiera tenido apenas 13 años cuando empezó a trabajar en radioteatros en Buenos Aires y eso es muy difícil de imaginar.

Esta falsificación de su propio nacimiento, se complementa con otra: un acta de matrimonio de Juan Duarte y Juana Ibarguren y junto con ella hubo que modificar las fechas de nacimiento de todos sus hijos. La de Eva también: 3 años.
¿Por què? Porque es la misma Eva la que quiere contar otra historia, la que le muestre a todos que ella no es hija de una mujer soltera, concubina de Juan Duarte, sino de un matrimonio legal, constituido entre una mujer soltera y un hombre viudo(su esposa "legal" muriò en ese lapso) que decide casarse nuevamente.

Pero la historia documental es terminante, olvidó modificar su acta de bautismo, realizada el 21 de noviembre de 1919 en la vieja iglesia de Los Toldos, Evita era 3 años mas vieja.

Otras cuestiones son mas importantes en esta decisión, es el propio Perón el mas interesado, o los dos al mismo tiempo, porque Perón no podía mostrar el casamiento con una hija “natural” olvidando los convencinalismos de época, dictados por la clase dominante, una oligarquía que podía tener dos o tres familias, pero en su hipocresía castigaba duramente lo mismo que engendraba.

Eva huyó de su historia para volver a ella de otra manera, porque hay muchas maneras de volver. Evita eligió la que pudo, en el oleaje de una vida tormentosa, apasionada y comprometida,  a nadie le calienta si adulteró una partida de nacimiento, porque lo que verdaderamente adulteró fue la vida de los mas humildes y desprotegidos, allí sí dio vuelta las cosas: los mostró, los amó, trabajo para ellos como militante, los dignificó. Eso si era adulterar en esa época. Evita volvió a su orígen porque jamás se había ido.

 ¿Y en esta época?. Aún faltan muchas adulteraciones, para que los "legales" y poderosos en todos los terrenos, dejen de ser impolutos y se embarren y tironeen y pierdan, porque un proyecto de nación no se hace con buenos modales, sino con conflictos resueltos en favor de las mayorías.

Evita volvió a Los Toldos.



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