martes, 8 de marzo de 2011

LA "SOLIDARIDAD" DE CARNAVAL






Mamita querida...prefiero dormir con el cuco bajo la cama.

Se llama la "Fiesta Solidaria de la Vendimia", se lleva adelante en Mendoza, con invitados "especiales" que pueden dejar su óbolo suculento.


Al decir de Vila (no recuerdo el nombre del Mendocino) perteneciente al grupo Vila-Manzano, el año pasado se recaudaron 4,5 millones de dolares y este año 5 millones.


La cámara se paseaba en un prolijo jardín, de esos en los que nunca parece haber una ráfaga de viento, mostraba rostros a los que el antiKirchnerismo les rebalsaba y cuya bilis explotaría si vieran un cartel de 6,7,8 o escucharan a Barone: avinagrados, oligárquicos (sí, aunque parezca viejo), garcas en una palabra.


Y allí, entre este Vila que no le conozco el nombre y un José Luis Manzano de camisa negra, barba insipiente y peinado a la gomina a lo "Tacuara", la cámara impiadosa se posa en Mónica Gutierrez, de acento amable que no modificó pese a la incomodidad de la nota (se le notaba).


-"¿Sabe que este año se van a recaudar solidariamente, cinco millones de dólares?", preguntó e informó el periodista.

- Me parece muy bien (o algo muy parecido), atinó a decir esta mujer del acento amable, a la que considero una muy buena periodista, pero que como un rehén bien pago, mostró una parte de los grupos dominantes de la comunicación, los mismos que festejan cuando se "barre" la frecuencia del canal estatal y por eso Galende y su equipo no pueden verse con facilidad en esa hermosa provincia.


Manzano saludaba a troche y moche, especialmente a las reinas de la Vendimia y al mirarlo no reconocí al hombre progresista del último tercio de los 80. Aquel me deleitaba con sus intervenciones. A este no le compraría una bici usada. Mi solidaridad no da para tanto. Prefiero mil veces, la aún inconclusa justicia social del gobierno, a esta "solidaridad" tan careta, tan jodidamente carnavalesca.

"LE VOY A MANDAR UNAS LINEAS A EVITA"


















Vino desde Italia, a "La Grande del Sud", una estancia de mas de 50.000 hectáreas perteneciente a Victorino de La Plaza y sus parientes , vino en calidad de arrendatario de un lote de unas 250 hectáreas. Pedro no lo dudó y al poco tiempo sus caballos y arados ya trajinaban en la zona. Era una nueva oportunidad. Pero la suerte no acompañó al principio. Corría el año 1942 y Pedro ya formaba parte del paisaje de esta región treslomense.

Por supuesto que no llegó solo. Lo hizo junto a doña Luisa Graziano, de cuerpo pequeño y ojos vivaces.

Fue la madre de 23 hijos, de los cuales vivieron 17. Dos camadas de mellizos nacieron entre ellos, dos varones y dos mujeres. En la segunda tanda, falleció una mujer. Los nacimientos que faltan para llegar al número 23, fueron malogrados, muriendo en el parto o poco después.

Todos nacieron en la chacra, con la sola ayuda de una comadre, una vecina que ayudaba a que los niños de la colonia vinieran al mundo lo mejor atendidos posibles.

Entre el mayor y el menor de los 17 hermanos vivos había unos 25 años de diferencia, un promedio de un año y medio entre crío y crío.

Solidarios y con fuerte vínculo familiar no supieron de egoismos. Don Pedro y doña Luisa, ofrecían lugar en su casa a dos de sus yernos, a un jóven que se crió entre ellos como un hermano más.

Ambos ya no están, pero quedan las entrevistas, especialmente las que se le hicieron a Luisa: "Los muchachitos a los 8 años estaban abajo de una vaca ordeñando una teta con un jarrita y lo cargaban en el tambor de la leche que venian a buscar porque nosotros vendíamos la leche. También hacíamos contrato para juntar cardos a 10 pesos la hectárea, una azadita cada uno detrás del padre..."

Y ella no dejaba de incluirse en el relato: "Yo era la cocinera, entonces puse un sulky con un caballito manso y una capota de bolsa, les llevaba la comida, entonces se sentaban y comían algo al aire de campo. Mi viejo tenía la chata para acarrear bolsas y nunca puso un peón para cargarla. Yo le agarraba las orejas a las bolsas y se las alcanzaba. Después subía y le ayudaba a acomodar..."

Se destacaron en la colonia por su familia numerosa y alegre y fue su casa la anfitriona de la reunión donde se creo en 1953, el Club Deportivo 17 de Octubre, después que el gobierno de Perón los convirtiera en propietarios, recién allí llegó la casa colectiva.

La madre de Luisa murió cuando ella tenía 15 años y en ese entonces también ella estaba amamantando al último de sus hijos.

El reción nacido quedó sin teta, pero fue por poco tiempo, ya que la encargada de proveersela a su propio hermano Blas, fue precisamente ella: Luisa.

Luisa Graziano, generadora de vida permanente, compañera del trabajo duro, alegre vecina, mamá ejemplar, todo eso en el cuerpo pequeño y los ojos vivaces, la del corazón gigante, la mujer de Pedro, la madre de los Prienza.

Cuando los colonos que arrendaban en "La Grande del Sud" pudieron convertirse en propietarios durante el primer gobierno del general Perón, los Prienza, pasaron de ser arrendatarios de 250 hectáreas a propietarios de 190 y de alguna manera la necesidad de producir de la familia numerosa sintió ese achique de tierras, aunque comenzaron a trabajar de otra manera, con mayor organización y planificación hacia el futuro. Nada podía ser peor que los leoninos contratos de arrendamiento.

En ese momento uno de los adjudicatarios de un lote, renunció al mismo y éste quedó vacante. Don Pedro no se animó, pero Luisa no se quedó quieta y con sus ojos brillantes comentó a toda la prole: "Le voy a mandar unas líneas a Evita, pidiéndole el lote".

Argumentos no le faltarían, bastaba poner el número de hijos.

Y así lo hizo. En esa carta, Luisa trazaba un sencillo panorama de su situación familiar y centraba la argumentación para solicitar la compra del lote en lo numeroso de ésta y en sus ganas de trabajar la tierra. En escasos 15 días la respuesta llegó, sencillamente, a vuelta de correo apareció la carta en la chacra, donde les decían que vean al administrador que ya tenía órdenes de cederles el lote.

Sin trámites burocráticos, aparecía una respuesta, rápida para una petición concreta de la familia, una mujer humilde, trabajadora rural, mamá múltiple, le escribía a otra mujer, también humilde pero que estaba en un sitial de poder.
Sí, ya sé que el post puede ser criticado, por el machismo propio de la época, por el trabajo de los niños, por todas las vejaciones que el sistema aplicaba a los más débiles, pero sería un anacronismo. Prefiero destacar otros aspectos sin desconocer aquellos. Creo que se entiende.

Como se entendieron Luisa y Evita. Las humildes se entendieron, se comprendieron en sus esfuerzos y entre ambas, concretaron una buena obra: la tierra debía ser para quienes la trabajaran.

Luisa Graziano de Prienza , en tu nombre y en el de Evita, en ese acto compartido, en el pedido y en la respuesta, en la necesidad convertida en derecho, mi homenaje a todas las mujeres en su día.

domingo, 6 de marzo de 2011

LAS MUJERES TRESLOMENSES EN EL CLUB FERRO: UN SIMBOLO

















Este martes 8 de Marzo, coincidiendo plenamente con el Día Internacional de la Mujer, se celebrará en el CLUB FERROCARRIL OESTE a partir de las 20,30 horas.


Organizado por el Frente Justicialista Vecinal, un grupo importante de mujeres decidió convocar a una fiesta completa: espectáculo musical incluido.




Estas mujeres que militan en distintos ámbitos: sindicales, políticos, sociales, coincidieron en el festejo, convencidas que el territorio ganado por ellas es muy significativo, pero que aún quedan trancos importantes que dar.




Se invita por su intermedio a toda la militancia del Frente, a quienes lo hacen en otros espacios políticos y sociales, al ámbito de la cultura, a los medios de comunicación y a la comunidad que se sienta comprometida, con la intención de reivindicar, en la lucha de las carbonizadas mártires de Chicago, a todas las mujeres del mundo que han luchado, aún luchan y no dejarán de hacerlo, por una Argentina mas libre, mas soberana y por sobre todo, mas justa.




Todas las mujeres Argentinas que en su lucha pasada han dado cuenta de una verdad absoluta estarán orgullosas, estén en la estrella que estén : los derechos no se obtienen graciosamente, sino que se conquistan, se construyen, se debaten, se pelean, se ganan, en un proceso que no se detiene.




La mas grande de ellas, por lo que significó, estará sin duda, muy contenta con este acto: Eva Perón. Evita festejará por partida doble: por ser quien convirtió en realidad el voto femenino y además, por ser el club de los Ferroviarios, el mismo creado bajo el influjo de su partido.




Los mismos que primero la vieron junto a Juan Perón en la estación de Tres Lomas, en plena campaña política, cuando "Cholo" Cavallero le dió un beso y ella le regaló unas flores.




En ese club se reivindicará sin sectarismos partidarios a TODAS LAS MUJERES que creen que un mundo y una patria mejor es posible. Y están dispuestas a demostrarlo.


sábado, 5 de marzo de 2011

"OLOR A JAZMIN"












El sábado 19 de febrero se presentó en el Club Barrio Alegre de Trenque Lauquen (club progresista si los hay), el espectáculo "Mujeres Argentinas". El post me había quedado "viejo", así pensé hasta ahora, pero hoy lo recreo a la luz de un acontecimiento por venir: El día de la Mujer.


Vuelvo al espectáculo. Básicamente, Lito Vitale en el piano y varias cantoras consagradas en distintos géneros musicales, entre las mas conocidas: Liliana Vitale, Hilda Lizarazu, Julia Zenko, Sandra Miahanovich.


Todas hicieron 3 temas y luego cantaron juntas dos canciones para despedirse en un muy buen espectáculo, al aire libre en una noche agradable.


Pero debo reconocer, que quien mas logró emocionarme fue Zenko, quien al interpretar Juana Azurduy, esta especie de himno a la mujer en plena guerra de la Independencia, logró una especial ligazón con el público.


Sentirla cantando, desglosar la poesía, casi gustarla, bailar sin estridencias, bailar desde adentro, sintiendo el texto , fue emocionante.


Escucharla decir con su voz preciosa: "Que la revolución, viene oliendo a jazmin", constituyó un momento de gran plenitud, fundamentalmente en estos tiempos en que esa palabra parece tan añeja y al mismo tiempo, coreada, cantada por la gente, haciéndola tan fresca: LA REVOLUCION HUELE A JAZMIN (la puta madre, que bueno), lo decía suave la enrulada de voz bonita, como si degustara la palabra y oliera las flores invocadas: "Viene oliendo...a jazmín", la revolución.


Fue un buen homenaje anticipado del Día Internacional de la Mujer: ver a estas leonas que evaluaron los aplausos recibidos por la Zenko y la Azurduy, decidiendo repetir en el final, ahora a coro, otra vez: "No hay otro capitán, mas valiente que tú". Impecable, cuidado, aplaudido. Se aplaudía una canción dedicada a una mujer revolucionaria.


En las proximidades del 8 de marzo, cuando en el final del Siglo XIX, quemaban vivas a las mujeres que se atrevieron a ocupar una fábrica, hacer huelga y demandar mejoras laborales, y hoy ver estas cantoras comprometidas con su tiempo, interpretando temas con contenido político y social, resultó un gran placer.


Encontrar este 8 de Marzo, una presidente mujer en la Argentina, ayuda a reivindicar la lucha histórica de las mujeres por la igualdad de género y mutar el castigo brutal recibido por aquellas que se atrevieron, el castigo propinado a modo de "ejemplo" por una sociedad capitalista y machista como la de Estados Unidos, triste honor el de la represión mas violenta convertida en símbolo de lucha para todas las mujeres del mundo.


Me gustaría, que lo que se siga construyendo en nuestro país (descuento el triunfo de Cristina), fuera la búsqueda cotidiana de este "olor a jazmín" que no es otra cosa que profundizar el proyecto nacional y popular: eso ya es revolucionario.

martes, 1 de marzo de 2011

CRISTINA: LA INICIATIVA DEL CONDUCTOR


Su discurso espeso, su actitud voluntariosa, su presencia radiante, su desparpajo genial. Ví ayer en el discurso en la Asamblea Legislativa a una presidenta que es una conductora sólida.


Y no sé si leyó "Conducción Política" de Juan Domingo Perón, pero intuyo que sí, porque en los 70, pese a las puteadas que se ligaba el texto por "militarista", era casi una obligación militante "entrarle" al mismo.


Me remito al Capítulo 5, titulado "El Conductor", donde Perón que había leído a Clausewitz avanza con la explicación de la conducción en títulos como estos : arte o ciencia, permanente creación, habilidad del conductor, perfeccionamiento, sus secretos, la construcción de éxitos, la dificultad para sistematizarla, los casos concretos, la experiencia propia, el conocimiento de los objetivos, el desechar los que no tienen valor, las cualidades indispensables, la complejidad, los valores del conductor, la audacia, el carácter, la energía, la tenacidad, el trabajar para los demás, la humildad y el espíritu de sacrificio, la lealtad, la sinceridad, el propio ejemplo, el respeto recíproco con la gente, las equivocaciones, las pasiones, los valores intelectuales, la iniciativa y capacidad de acción, etc, etc...el capítulo, muy subtitulado avanza en otros aspectos, con un lenguaje simple para explicar algo muy complicado.


Hasta que Perón llega a estos dos títulos que comparto:


"LA FUERZA DE LOS PEQUEÑOS MEDIOS": Cada conductor ha de tener permanentemente una iniciativa, y decimos nosotros que el conductor político debe llevar una resolución adelantada en el bolsillo, porque los hechos se desencadenan con una violencia y una rapidez tan grandes, que a menudo no hay tiempo de concebir o analizar los efectos de una realización adversa. Por eso la iniciativa juega un papel extraordinario.
Hay que estar siempre pensando en qué se puede hacer de nuevo; que cosa va a dar resultado, por pequeña que sea, porque las grandes cosas se componen siempre de pequeñas cositas. Esas pequeñas cositas son las que no deben descuidarse. La iniciativa, que muchos olvidan, tiene una fuerza tremenda. Aprovechada la iniciativa del hombre, pueden darse éxitos extraordinarios a la conducción"


"LA MUJER EN LA CONDUCCION": Una de las grandes fuerzas de la mujer, en la conducción, es que ellas utilizan los pequeños medios, que son tan poderosos, cosa que nosotros no hacemos porque somos hombres. ¡Ellas aprovechan eso, y hay que ver la fuerza que tienen! Ese ha de ser sin duda un factor de fuerza que nos trae la mujer a la política, un factor de extraordinaria fuerza"


Este texto, escrito en el apogeo del gobierno peronista, al fragor de la incorporación del voto femenino, deja algunas enseñanzas interesantes, mas allá de las críticas que desde el progresismo puedan hacérseles (su sesgo machista por ejemplo).


Cristina lo aplica a rajatabla, de eso estoy seguro. Ver a cualquier opositor balbucear algo ante las cámaras despúes de su discurso es una muestra de ellos. Se los vio destruidos, apabullados, extenuados de tanta política y tan poco mercado. La iniciativa la tuvo ella, pero no por ser "la que hablaba", sino por lo que dijo.


Cristina hizo lugar a todo: pudo bancar el aliento traidor de Cleto, los cánticos adversos, los a favor, las interrupciones dialogadas, repasar la obra de él y de ella, oxigenar a los jóvenes, cojudear con los datos y las cifras y en el final algunas grageas que se me hace son solo perlas de lo que se viene: Nueva ley para los peones rurales; Ley para detener la Extranjerización de la Tierra; Nueva Ley de adopción, etc, por nombrar algunas.
Iniciativa, no solo de lo pequeño, sino de los temas mas grosos. Iniciativa política, capacidad de acción, sorpresa.


Es que la "Conducción se hace a base de realidades", así lo dice otro título y otra explicación de este manual que recomiendo leer porque nunca queda viejo. A Cristina le sobraron realidades en el Congreso y si a la oposición mediática le quedaban dudas acerca de su capacidad conductora, hoy rindió su materia con un sobresaliente.


Ver a Ricardito Alfonsín, después del discurso, casi llorisqueando y malhumorado, plantear que él había presentado un proyecto para ampliar la asignación universal a las madres embarazadas y que Cristina lo hizo por decreto, me hizo acordar a aquellos socialistas-liberales que se sintieron "robados" por Perón y por Eva, porque los proyectos que ellos habían presentado y dormían en los cajones, ahora eran leyes que se cumplían.
Ricardito no leyó a Perón. Tampoco a don Raúl. Cristina a ambos.