viernes, 17 de abril de 2009

QUE SE DOBLE, PERO QUE NO SE ROMPA


No soy dirigente de ninguno de los dos partidos políticos que manifestaron públicamente la Unidad hace escasas dos semanas: Uniòn Vecinal y Justicialismo; no pertenezco a sus estructuras internas y no pretendo cargo polìtico alguno.


Mi apoyo a la UNIDAD se basa en cuestiones ideològicas , en la creencia que es lo mejor, en la valoración positiva de estar acompañado por el que piensa parecido.

Creo en un proyecto mas integrador para Tres Lomas y creo que con el actual gobierno no estàn dadas las condiciones para que esa integraciòn se logre, al contrario, la brecha entre “bendecidos” y “malditos” se amplia preocupantemente.

Creo que solamente la apertura de un nuevo espacio polìtico, que se anime a discutir la cuestión pùblica sin tapujos , garantizarà que el potencial treslomense se desarrolle, en libertad y sin dosis alguna de miedo paralizante.

Creo en los pasos que los compañeros Vecinalistas y Peronistas han dado para confluir en un frente que signifique ademàs, un modelo diferente: en la forma de discutir polìtica, en la forma de gestionar el desarrollo local y en la forma de ejercer el liderazgo.

Creo en un formato de “red”, horizontal, donde todos los que puedan aportar sabiduría, experiencia, esfuerzo y claridad, tengan su espacio y descreo cada dìa màs del verticalismo enfermizo que adopta forma de pirámide, con faraón incluido.

Creo que la gente quiere y necesita cambiar, pero no encuentra el camino para hacerlo, creo que los partidos polìticos deben convertirse en las herramientas que interpreten esos deseos, y los lleven adelante, haciendolos realidad.

Creo en la responsabilidad de quienes anunciaron la UNIDAD y en la grandeza que hace falta para ponerle ahora, rostro de candidatos y propuesta de gobierno.

Creo en la humildad de dirigentes capaces de entender y hacer entender, que todos tienen sus “imperfecciones” y que jamàs “el otro” llegarà a ser “tan puro como el idealismo militante” de ambas partes quisiera.

Creo en la sabiduría polìtica que posibilite entender esto y sin mezquindades avanzar hacia el mandato de la gente: convertirse en herramienta capaz de garantizar un cambio para nuestro pueblo.

Creo que es necesario privilegiar mas que nunca las coincidencias por sobre cualquier contradicción existente, producida en el pasado o en el presente, porque cuando uno trabaja con personas de carne y hueso, es inevitable que aparezcan problemas y el mejor dirigente no es el que no “tiene nunca problemas”, sino que el que teniendolos, los soluciona a favor de la unidad y de la gente que la apoya.

El tìtulo de esta nota, es la antìtesis de una frase que el líder del recièn nacido Radicalismo, Leandro Nicéforo Alem (asì se llama nuestra plaza) a fines del siglo XIX y con motivo de su suicidio, deja por escrito en su testamento polìtico : “He terminado mi carrera, he concluido mi misiòn. Para vivir estèril, inútil y deprimido, es preferible morir. ¡Sì que se rompa, pero que no se doble¡”

Pues creo que en el caso de la UNIDAD treslomense, es exactamente al revés: “Que se doble, pero que no se rompa”. La esterilidad y la depresiòn vendràn si volvemos hacia atràs lo caminado hasta este momento. ¡QUE SE DOBLE! No para traicionar, sino para ser mas tolerantes, mas flexibles, mas inclusores, mas constructores de mayorìas, mas levadura de masa crìtica, necesaria para romper la cultura polìtica imperante.
En este sentido, prefiero quedarme con otra frase de Alem, no pronunciada precisamente en su depresiòn suicida, sino en la lucidez de diputado, que teniendo a toda la clase dirigente en contra y en una època de claudicaciones y temores dijo corajudo en el parlamento nacional : “Yo no doblego mi cabeza en la batalla
Es lo que yo creo, quizàs utòpicamente, pero es todo lo que tengo. Y tambièn creo que es todo lo que tiene mucha gente: LA POSIBILIDAD DE CONFIAR EN ESTA UNIDAD, es ese todo su poder...y no es poco.

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